Los alumnos de la URJC registrados por los vigilantes de seguridad
La mañana del pasado viernes, los alumnos del campus de Fuenlabrada
de la Universidad Rey Juan Carlos no pudieron acceder a las clases con
normalidad. Desde antes de las 9 de la mañana, en la entrada del recinto, los
vigilantes de seguridad de este estaban pidiendo el carnet universitario y registrando
los bolsos y las mochilas de todos los que quisieran pasar. Este hecho dio lugar
a una aglomeración de alumnos en la puerta, ya que a muchos de ellos no tenían
el carnet y otros se negaban a hacerlo porque lo consideraban una burla de sus derechos
y su intimidad.
El motivo de este control es que, al parecer, estaba programado un botellón en los jardines del campus y el objetivo de los vigilantes era impedir la entrada de bebidas alcohólicas y de personas ajenas a la universidad. Sin embargo lo que tenía indignados a los alumnos era que por tomar esas medidas estaban perdiendo horas de clase. Entre los más molestos estaban los alumnos de primer curso, Séneca o Erasmus que por cuestiones de tiempo, aún no tienen carnet de estudiante.
Pasado un rato y viendo que la situación no se normalizaba,
algunos de los alumnos a los que se le negaba la entrada decidieron llamar a la
Policía. Cuando los agentes llegaron, les comunicaron a los afectados que
tenían que seguir las indicaciones de los vigilantes si querían acceder a sus
clases.
Después de todo este revuelo, la situación empezó a
normalizarse a eso de las 9 y media, pero el total de los alumnos no entraron hasta
casi las 10. Como símbolo de protesta, parte de los alumnos afectados han
puesto una reclamación oficial para que se les explique verdaderamente el
motivo del registro y para que se evite una situación similar en el futuro.
Además de ello, redes sociales como twitter, facebook o youtube han servido como reflejo
de su estado de indignación e inconformismo.
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